Apocalipsis, el camino del conocimiento (3, 2ª parte)


12.- En un horóscopo, la relación de Mercurio con Venus y con el Sol (la relación significa la distancia en grados, que en astrología se llama aspecto) nos indicará en qué punto de los Trabajos se encuentra nuestro Filadelfia interno. Si en la relación Mercurio-Sol, el Sol va a Mercurio, diremos que Cristo-Tiphereth va a resucitar al Hijo de la Viuda, o sea, va a Abrir la Puerta. Como Mercurio no se separa nunca más de 30 º del Sol, esto significa que, por progresión, el Sol habrá alcanzado a Mercurio en el año 30, como máximo, de la vida del individuo...
De modo que esta resurrección del constructor del Templo Crístico es algo que nos sucede a todos, porque todos estamos viviendo en Tiempo Crístico. Los que en su Horóscopo tienen a Mercurio antes que el Sol, ello indica que el camino ya está abierto y que por consiguiente puede "convertir" a esos judíos internos que no lo son desde el comienzo de su vida.

La relación Mercurio-Venus indicará si Mercurio está dándole a Venus idea de cómo mejor utilizar sus muertos, para que encuentre placer y satisfacción, o si está poniendo su ciencia a disposición de Venus para la exploración del mundo de arriba. (Todos estos aspectos se ven al realizar el Árbol de la Vida Personalizado).

13.- La hora de la tentación va a venir

en el mundo para poner a prueba sus habitantes, dice Cristo. Esa hora de la tentación, para Filadelfia, es aquella en que recibe los materiales de un Sardos corrompido, muerto, de ese Sardos sometido a la violencia generadora de Pérgamo-Trono de Satán, tema que hemos desarrollado en los 7 primeros puntos de este capítulo. Cuando los violentos deseos de Marte utilizan las funciones femeninas de Netzah, como 2º He del Mundo de Creaciones, para poner en el mundo a sus Hijos de la Muerte es decir, esos impulsos efímeros que dan vida a situaciones transitorias, portadoras de experiencias violentas (violentas en el sentido que violentan nuestro orden natural interno), Netzah-Sardos envía todo esto a Filadelfia, diciéndole: Búscame una justificación intelectual, para que todo esto pueda salir. Y allá va Filadelfia-Hod elaborando la regla que ha de permitirle a la perversión de Pérgamo-Sardos una existencia objetiva.

Si nos detenemos a considerar el proceso de elaboración de una realidad desde que emana de nuestros Centros superiores hasta su aparición en el mundo material, vemos que es necesaria la participación de todos los Séfiras, y que si uno solo de ellos se inhibe, el impulso se pierde en el camino. Hemos hablado de la función gestadora de Netzah-Sardos, pero tengamos en cuenta que este Centro, esta Iglesia, no elabora formas físicas, sino formas-deseo, o sea, da un cuerpo al Deseo y, al mismo tiempo, como Yod del Mundo de Formación que es, coloca el átomo-germen del Deseo que acaba de dar a luz en el nuevo Mundo para que pueda formarse un cuerpo físico en Malkuth.


14.- El lector ya sabe (si ha seguido la obra de Kabaleb) que en el momento de la muerte de los átomos-germen de cada Cuerpo, con su contenido experimental, son incorporados al Cuerpo superior inmediato, circulando así hacia arriba hasta llegar al Ego. Del mismo modo que esos átomos-germen circulan de abajo hacia arriba, lo hacen también de arriba hacia abajo. Es decir, el impulso que emana del Ego, es elaborado por Hochmah y Binah, y éste lo genera en Hesed, el cual, en su función femenina como 2º He del Mundo de Emanaciones que es, le da un Cuerpo de Fuego, lo reviste con los ropajes del Pensamiento Divino, de modo que en ese primer acto generativo, Binah le pone germen, el potencial y Hesed le pone el cuerpo.

Luego Hesed, en sus funciones de Yod del Mundo de Creaciones, convertirá ese Cuerpo Divino en átomo-germen del Deseo, y será en Netzah donde ese germen obtendrá su Cuerpo, después de haber sido tratado en Gueburah, cuya misión en este 4º Día de la Creación es la de dar un Rostro al átomo concebido por Hesed, del mismo modo que Hochmah es el que da un Rostro a Kether. Al nivel en que Gueburah funciona, darle un rostro significa imprimir en negativo lo que aparecerá en Netzah positivizado. Pero ya hemos visto que Gueburah es el Trono de Satán, y lo es porque los Deseos no han sido aún domesticados por el ser humano, son el Enemigo, el Destructor de la Obra Divina y, en tales condiciones, Gueburah no puede realizar sus funciones superiores y sus energías positivas se Desperdician, siendo esos Desperdicios los que forman el negativo de la imagen y son ellos la Simiente que engendrará en Netzah la criatura. Vemos así como cada Séfira realiza funciones masculinas y femeninas a la vez, a la imagen y semejanza nuestra, que también somos hombre y mujer, aunque en fases alternas.

Al hablar de la relación Marte-Venus hicimos una observación sobre lo bellas que son las esposas de los militares. Si observamos la pareja Júpiter-Marte quizás también podamos realizar jugosas notaciones. Júpiter es el alto ejecutivo, el presidente, el jefe. La mitología le daba por esposa a Hera, una mujer auténticamente infernal, que pasaba la mayor parte de su tiempo creando tremendas dificultades a los hijos de su marido, a las obras de Júpiter. Observemos esta dinámica en la vida social y no tardaremos en percatarnos que son muchos los altos jefes civiles que encuentran una mujer gueburiana, auténticamente “infernal”, del mismo modo que los artistas de Netzah suelen encontrar una mujer con las características de Hod, de inteligencia brillante y muy práctica, como lo fue Gala con Dalí, por citar un ejemplo concreto.

15.- Decíamos pues que Filadelfia-Hod se encarga de dar una existencia legal al hijo de la corrupción que le viene de Netzah-Sardos, y que ésta es para Filadelfia la hora de la tentación. Para la Razón, la tentación consiste en darle un armazón lógico a un deseo perverso. En nuestra sociedad vemos que esto sucede con mucha frecuencia. O sea, Hod convierte en ley al producto muerto y maloliente que le viene de Netzah, generado en el Mundo de los Deseos por los de Satán.

Te guardaré en la hora de la tentación, les dice Cristo los de Filadelfia y los exhorta conservar lo que tienen, a fin de que nadie tome su corona. Significa esto que cualquiera que sea el comportamiento de Filadelfia, la puerta abierta por la que Tiphereth penetra en Hod no se cerrará y ello da al intelecto la posibilidad de reconocer el error en todo momento y extirparlo.

Tengamos en cuenta que si la sociedad elabora leyes perversas, si el Hod social se somete a los deseos corruptos que le vienen de Netzah, es porque los individuos que forman el cuerpo social se adhieren a esa corrupción. Ya sabemos que una tendencia no puede pasar nunca al estadio Vav ( la de la exteriorización) sin haber pasado antes por el estadio He (el de la interioriación). Del mismo modo, la regeneración individual conducirá a la regeneración del cuerpo legislativo.

16.- Lo ideal fuera que cada Centro de Vida realizara sus funciones de acuerdo con su naturaleza, ya que en él todas las fuerzas se encuentran en estado de equilibrio y el Elohim que rige el Centro las orquesta según su criterio. Pero cuando un Séfira determinado adquiere preponderancia nuestra vida y se alza por encima de los demás, tiende a colonizar el resto y, como ese Séfira dispone de un Centro propio en cada uno de los demás se encuentra en condiciones de dar un golpe de Estado y arrebatarle la corona. Si conserva lo que tiene cada Centro, esto no ha de ocurrir, y bien claramente se lo dice Cristo a los de Filadelfia.

Ya hemos visto en otros puntos de la Enseñanza que si nos relajamos, si echamos fuera de nuestro edificio humano la Voluntad, el Pensamiento y los Deseos, es posible que en ese edificio que dejamos momentáneamente deshabitado, penetre un ladrón y nos lo ocupe; es decir, se introduzca en nosotros una Entidad que nos arrebate la corona de nuestra vida y utilice nuestro cuerpo para sus fines. Esto también sucede parcialmente en nuestra organización interna. En Hod, el peligro está en Netzah y en Gueburah, que son los Centros más próximos: el enemigo es siempre el que tenemos más cerca. Netzah puede utilizar a Hod para sus fines y recibir el apoyo de Gueburah, puesto que es el padre de su niño muerto. Ambos conjuntamente pueden arrebatarle la corona a Hod y ponerse a mandar en su nombre. Pero si Hod conserva lo que tiene, si no renuncia a ejercer sus privilegios, si no se relaja y abandona lo que es suyo, nadie podrá arrebatarle la corona. Esto significa que no debemos dejar que el Deseo, cualquiera que sea la fuerza con que se manifiesta en nosotros, colonice nuestra razón. El deseo puede constreñirnos a ejercer las pasiones, pero mientras la Razón no las justifique, aunque esa Razón tenga poco poder, un día las pasiones se someterán a ella. Pero si la Razón no conserva sus privilegios y se va, se relaja, las pasiones se pondrán en su lugar y le dirán al individuo que lo moderno, lo progre es algo tan viejo y tan anticuado como, digámoslo en términos coloquiales, tocarse el trasero.

En un tema astrológico podemos hacernos una idea de esas dependencias viendo la posición de los planetas. Sabemos que cada signo del Zodíaco está regido por un planeta (Saturno rige a Capricornio y Acuario; Júpiter rige a Sagitario y Piscis; Marte a Aries y Escorpio; Sol a Leo; Venus a Tauro y Libra; Mercurio a Virgo y Géminis y Luna a Cáncer) y que los distintos grados están sometidos al poder de un planeta-Séfira (De 0 a 1, 10 a 11 y 20 a 21 son grados de Kether; de 1 a 2, de 11 a 12 y de 21 a 22, grados de Hochmah- Urano; de 2 a 3, de 12 a 13 y de 22 a 23, grados de Binah-Saturno; de 3 a 4, de 13 a 14 y de 23 a 24, grados de Hesed-Júpiter; de 4 a 5, 14 a 15, 24 a 25, grados de Gueburah-Marte; de 5 a 6, 15 a 16 y 25 a 26, grados de Tiphereth-Sol; de 6 a 7, 16 a 17 y 26 a 27, grados de Netzah-Venus; de 7 a 8, 17 a 18, 27 a 28, grados de Hod-Mercurio; de 8 a 9, 18 a 19, 28 a 29, grados de Yesod-Luna; de 9 a 10, 19 a 20 y 29 a 30, grados de Malkuth-Ascendente). Así, si un planeta se encuentra en un grado o en un signo regido por otro (por ejemplo Marte a 2.33 de Piscis (reencontrará en grados de Saturno y en un signo de Júpiter)), diremos que este último (en este caso Saturno o Júpiter) dispone de su fuerza, siempre que esté en condiciones de ejercer el mando (que Saturno esté en Capricornio o Acuario o que Júpiter esté en Sagitario o Piscis); es decir, si el planeta regente se encuentra en su propio signo, ya que si él mismo está fuera de su domicilio, sometido a otro o recibiendo malos aspectos que disminuyen su poder, es evidente que no se encontrará en condiciones de arrebatarle la corona al otro.

Para poner un ejemplo, digamos que un Mercurio en Tauro o Libra está sometido a Venus y que esa sumisión será tanto más fuerte si Venus se encuentra en su propio signo, en sus propios grados, en las Casas Angulares: I, IV, VII, X y recibiendo buenos aspectos. Diremos entonces que Mercurio es prisionero de Venus el cual obliga al intelecto a justificar sus estados pasionales.

17.- Escribe al ángel de la Iglesia de Laodicea. He aquí lo que dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el comienzo de la Creación de Dios: Conozco tus obras. Sé qué no eres ni frío ni ardiente. ¡Ojalá fueras frío o ardiente!, mas porque eres tibio y no eres ni frío ni ardiente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Soy rico, me he enriquecido y nada necesito, y porque no sabes que eres desgraciado y miserable, pobre, ciego y desnudo, te aconsejo que compres en mí el oro que ha pasado por la prueba del fuego, a fin de que seas rico; y que compres vestidos blancos, a fin de que seas vestido y que no aparezca la vergüenza de tu desnudez; y un colirio para un ungir tus ojos a fin de que veas. Yo reprendo y castigo todos los que amo. Ten celo y arrepiéntete. He aquí que me encuentro en la puerta y llamo. Si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en la casa, cenaré con él y él conmigo. El que venciere haré que se siente conmigo en mi trono, así como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono. El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias (Apocalipsis III, 14-22).

Al hablar de Laodicea, Cristo se está refiriendo a Yesod, que por momentos recibe el nombre de Judas o de Jezabel. Se le reprocha a ese Centro su tibieza y se le aconseja que sea frío o ardiente. Veamos la forma de leer esa carta de acuerdo con lo que sabemos de Yesod- Laodicea.

Sabemos que Yesod es la Luna y que la Luna es un satélite de la Tierra, o sea, un cuerpo estelar que trabaja por cuenta de la Tierra y, por consiguiente, forma parte de nuestra organización sefirótica. Sus funciones consisten en gestar las imágenes que luego aparecerán en nuestra vida material en forma de personas y de situaciones. En principio, es un elemento neutral y en ella trabajan los Coros Angélicos, actuando a las órdenes del Ego Superior por un lado y de nuestro Destino por otro, puesto que al presentarse el Ego con su Programa a pedir Vida, se ve penalizado con las consecuencias inherentes a nuestras actuaciones anteriores. Pero, vistos los reproches que Cristo le dirige, es evidente que Yesod Laodicea no es tan neutral como parece.


18.- Muchas veces hemos comparado las funciones de Yesod a las de un televisor, que recoge las pulsaciones energéticas del centro emisor y las convierte en las imágenes que aparecen en la pantalla. También en el mercado se encuentran aparatos de televisión buenos y malos, de pantalla más pequeña o más grande, en color o en blanco y negro. Si seguimos en la comparación, podemos decir que mientras ciertas personas tienen el televisor funcionando desde que comienzan los programas hasta que se terminan, otros sólo lo conectan en determinados momentos de la jornada, y otros aún lo tienen como mueble y no lo miran nunca, o bien, aún teniendo el televisor funcionando no se le atiende, no se mira, y aunque hayan fantásticas películas de trepidante acción, da lo mismo, porque no se está por ellas, nadie se emociona con las contingencias que se relatan.

Con esto podemos empezar a entender lo que puede significar ser tibio refiriéndolo a Laodicea-Yesod. Tendremos así que ser ardiente significará prestar atención al programa que nos baja de arriba, no perdernos ninguna de sus secuencias, vivirlas con intensidad llorando con las emociones que vive el personaje y riéndonos con sus triunfos y sus gracias.

Ser frío será, por el contrario, vivir apasionadamente lo que viene de abajo, sentir interés por las necesidades de nuestra personalidad material. Judas y Jezabel son dos personajes que sienten ese interés por lo de abajo y ya sabemos lo que resulta para el ser humano de su actuación. A Jezabel se la comieron los perros, pero dio antes al rey Acab múltiples experiencias, proporcionándole lo que él quería, y esa riqueza experimental es, en resumidas cuentas, lo que importa.

19.- Los aspectos que forma la Luna en un tema ha de decirnos si nos encontramos ante una persona fría o ardiente. La columna de la Derecha es la del calor la columna de la Izquierda es la del frío, puesto que en ella la luz está dentro, revestida de una capa material. Sabiendo que los aspectos de semi-sextil (30 grados), sextil (60 grados) y trígono (120 grados) corresponden a la Derecha, y los de semi-cuadratura (45 grados), cuadratura (90 grados) y sesqui-cuadratura (135 grados) a la Izquierda, la persona será fría o caliente según sean unos u otros los aspectos que la Luna recibe de los planetas. Una persona tibia será la que tienen su tema una Luna sin formar aspectos, porque en tal caso los programas planetarios no serán transmitidos con nitidez, las imágenes serán borrosas y el individuo no sentirá interés alguno por ese film, pasando por la vida como si el espectáculo que está protagonizando no le concerniera, sin prestar atención al significado de las cosas. Será como ese televidente que aún teniendo el televisor encendido, está ante él distraído u ocupado en otros menesteres.

Los aspectos nos dirán pues si el ser es frío o caliente, y cuanto más exactos sean, mas será intenso su frío o su calor. La proximidad de la Luna y los planetas al Canal de exteriorización o Casa Terrestre nos dirá la prontitud o el retraso con que se realizará la descarga de las energías interiores en la sociedad, así como la prontitud o retraso de la recepción de experiencias viniendo del mundo ya que, como los estudiantes de astrología saben, algunas de las Casas son canales de exteriorización de energías internas y otras de interiorización de valores procedentes de la sociedad. Si los planetas se encuentran pegados a la punta de las Casas, ello indicará que tal como recibimos la carga energética, la soltamos, o la encajamos del mundo; es decir, se produce un acontecimiento de orden material. En cambio, si los planetas están alejados de la punta de las Casas, diremos que reservamos las pulsiones y que el programa energético que recibimos lo guardamos como se guarda una cinta de video, para cuando dispongamos de tiempo para visionarla, y a lo mejor no la visionamos jamás.

En el tema natal veremos las predisposiciones del individuo al venir al mundo, pero la dinámica de los astros dará a la persona la oportunidad de modificarse. Observaremos pues las progresiones de los planetas (el avance de los planetas año a año), los aspectos que forman por progresión ya que ellos darán ocasión al individuo de pasar del calor al frío y viceversa, y de ambos a la tibieza. Estudiaremos sus reacciones cuando esos aspectos se produjeron, así como la aproximación o el alejamiento de los planetas de las puntas de las Casas, lo cual coincidirá con períodos de interés palpitante y de inhibición. Y levantaremos finalmente los temas anuales de Revolución Solar, y los mensuales, de Nuevas Lunas personales; es decir, del momento en que la Luna, en su tránsito, se encuentra en conjunción exacta con el Sol radical, viendo así las Oportunidades del individuo para ser frío o caliente en aquel año o en aquel mes.

20.- Te vomitaré de mi boca, les dice Cristo a los tibios de lo cual ya les advirtió en el curso de su Enseñanza en la Tierra.

Todos estamos ya en la boca del Reino, en esa Puerta Abierta que conduce al Paraíso. La boca es el vestíbulo del corazón, de ese corazón que constituye, en el cuerpo humano, el cuartel general de Cristo. Al acercarse Cristo a nosotros y abrirnos la puerta, nos situó, por así decirlo, en su boca, en el umbral de su Reino, de manera que pudiéramos avanzar hacia él.

Ese recorrido, podemos efectuarlo por la vía del calor o por la del frío; bien mediante experiencias positivas, en las que la intuición suplanta el conocimiento material de las cosas y hace innecesaria su experimentación; o bien mediante la vivencia material, portadora igualmente de conciencia, una vez quemado el envoltorio anecdótico que la acompaña.

Ser tibios significa permanecer en la boca sin avanzar por ninguna de las dos vías. Si esto sucede, si la divinidad nos percibe allí, anclados en su boca, sin movernos, pase lo que pase, un día pegará un estornudo, por así decirlo, y nos vomitará. Ese vómito de su Reino supondrá para nosotros encontrarnos de nuevo en el período pre-crístico, bajo el imperio de la Ley de Jehová, sumergidos de nuevo en la sinagoga de Satán, tragando literalmente desperdicios.

21.- Laodicea-Yesod se cree rico y piensa que no necesita nada, pero Cristo le dice en su carta que no sabe ver su desgracia, su miseria, su ceguera y desnudez.

En efecto, según como se mire, Yesod es un Centro rico y opulento. Judas era el tesorero del grupo de discípulos. Jezabel era reina, como lo era Balkis la fascinante Reina de Saba, otro Rostro perteneciente a la fauna de Yesod-Laodicea-Luna. A Yesod van a parar los Tesoros procedentes de todos los Séfiras para ser vendidos en el mundo material, y a Yesod suben esos Cedros del Líbano que contienen el perfume de las experiencias vividas. Pero toda esa riqueza procede de la vía del Frío. Son tesoros que compran Frío, que adquieren productos del mundo material, y que vienen del Frío, del mundo de abajo. Cuanto más descubrimos ese mundo, mas ciegos estamos del otro, de los otros, de esos mundos que nos esperan arriba y que constituyen nuestro futuro y nuestra auténtica riqueza, puesto que el mundo de abajo, con todos sus valores, está destinado a desaparecer. Así, la riqueza de Yesod, constituye en sí misma su desgracia y su miseria porque, afanada en adquirir tesoros abajo, no ve lo que está por encima de ella.

Cristo le aconseja que compre su oro, el que ha pasado por la prueba del Fuego, o sea, ese tesoro procedente del Mundo del Fuego, de ese Mundo de Kether-Hochmah-Binah, del que nos viene una inalterable riqueza. Evidentemente, ese discurso va dirigido a cada uno de nosotros, puesto que todos llevamos dentro esa Laodicea miserable, pobre, ciega, desnuda, que se cree rica y sin necesidad de nada. "Gracias a Dios no necesitamos nada", suelen decir los hombres en su insensatez.

Todos llevamos dentro un Yesod cargado con los tesoros procedentes de cada Séfira, y utilizamos esas Monedas para comprarnos experiencias materiales y vivir plenamente, trepidantemente, en el mundo físico. Pero con estos tesoros, del mismo modo que adquirimos el oro de abajo, podemos adquirir el de arriba, si procedemos como María, la hermana de Marta, que derramó el tarro de los preciosos ungüentos para ungir con ellos al Señor, en lugar de venderlos como Judas quería.

Si Laodicea descarga sus tesoros hacia arriba, en lugar de descargar los hacia abajo, su poder cristalizador nos permitirá vivir las experiencias espirituales con tanta fuerza como las vivimos en el mundo material, y si aquí encontramos gente, hacemos amistades, formamos familia, vamos de excursión, de espectáculos, etc., allí podremos hacer lo mismo, con la diferencia de que los contactos de arriba siempre son mucho más enriquecedores, para el alma, que los de abajo. Yesod es una máquina productora de acontecimientos materiales, pero es también el Centro productor de Sueños, y los nativos de Cáncer saben hasta qué punto son reales las experiencias vividas en sueños y cómo es enriquecedor su contenido. Ya dijimos que la Vida había empezado siendo un Sueño y, en el retorno hacia arriba, volverá a ser un Sueño, con la diferencia de que el primero le permite al salvaje descubrir el mundo de abajo; mientras que ese Sueño de Retorno nos hará descubrir el mundo de arriba, y Laodicea tiene la llave de ese sueño.

22.- El que reinvierta esa corriente se sentará en el Trono de Cristo, o sea, será un inamovible rey para los hombres de la tierra, y en él encontrarán la potestad inherente a los monarcas. Su fuerza será de Cristo y poseerá un poder transmutador, una suprema sabiduría, bondad y amor. Cada Trabajo tiene su consecuencia natural. Vemos así que los de Filadelfia-Hod serán columnas del Templo. Los de Sardos-Netzah se vestirán con el vestido blanco; los de Tiatira-Tiphereth tendrán autoridad sobre las naciones, etc.

Es ésta una correspondencia divina que todos deberíamos leer en el momento de ponernos a trabajar con una de esas Iglesias. En el ciclo anual, trabajamos colectivamente en Éfeso cuando el Sol transita por Capricornio y Acuario; trabajamos en Esmirna cuando el Sol transita por Sagitario y Piscis; en Pérgamo cuando transita por Aries y Escorpio; en Tiatira cuando transita por Leo; en Sardos cuando transita por Libra y Tauro; en Filadelfia cuando transita por Géminis y Virgo, y en Laodicea cuando transita por Cáncer. En el biorritmo personal trabajamos individualmente en otros momentos, de los que ya iremos hablando en esta Enseñanza.

Al iniciar los Trabajos deberíamos leer esa correspondencia divina, decíamos, meditarla, estrujarla, exprimirla, sacarle la fruta que contiene y saborearla para impregnarnos de su sabiduría y poder así seguir eficazmente las recomendaciones que nos hace Cristo y alcanzar los trofeos previstos para los vencedores. Ghimel y Reish trabajan conjuntamente en este capítulo de la Enseñanza.

Kabaleb (Apocalipsis)